
domingo, 30 de marzo de 2008
Captain Ahab

martes, 25 de marzo de 2008
The Happy Prince
martes, 18 de marzo de 2008
Fernández en llamas

domingo, 16 de marzo de 2008
Bosque Mitago

martes, 11 de marzo de 2008
viernes, 7 de marzo de 2008
Mi niño podría pintar esto


...creo que merece la pena dedicar un tiempo a conocer la historia que nos cuenta, que es la de Marla Olmstead. Marla una niña americana de ocho años a la que le gusta pintar desde que tenía dos añitos, y que reconoce como su maestro en esto del arte a Jackson Pollock; ''I made a Jackson Pollock. It's the one that was at the Metropolitan Museum'', sentenció al terminar una de sus primeras obras reconocidas.

Sí, lo he hecho yo. Y ahora, ¿qué vais a hacer conmigo?

Hasta aquí, todo normal. Lo escalofriante es que, mientras Marla pinta tranquilamente, los adultos que la rodean se han puesto a jugar a "Marla es el nuevo Pollock". Así que han decidido calcar el modo de explotación del arte del creador del Drip painting. A saber:
Mark Olmstead, el padre de la criatura, gerente en una fábrica de patatas fritas y pintor aficionado (admirador de Kandinsky, Klee y, curiosamente, Jackson Pollock), decidió ponerse en contacto con un galerista, Anthony Bruneli, que se interesó por los cuadros de Marla y expuso la obra de la niña, de cuatro años, en mayo del 2004. La muestra recibió cobertura extensa en los medios de comunicación. A partir de ese momento, la cotización de los cuadros de Marla se disparó hasta rebasar los 250.000 dólares en algunos casos.
Aparecieron fans de toda índole, pero quien hizo que el mundo entero se interesara por la obra de Marla fue Michael Kimmelman, el prestigioso crítico de arte del New York Times, que dedicó un artículo en el a finales del 2004: "El chiste de que un niño podría haber hecho un Pollock no capta la verdadera importancia de Pollock, que era la subversión de la pintura moderna". Este polémico artículo, unido al afán de su padre y de Bruneli por promocionar la obra de la niña, poniendo títulos pretenciosos como El sueño de Pollock, organizando una exposición en Manhattan y vendiendo las pinturas a precios cada vez más disparados mediante su propia página web crearon el monstruo, que ahora alcanza mayores proporciones con el estreno del documental rodado el pasado año.
Vamos, que nos quieren vender una polémica artificial, como hicieron en su día con Pollock; "¿Es un genio o un fraude orquestado entre familiares, una galería y un crítico?", para que no veamos lo que están haciendo realmente todos, prensa incluida: chulear a una niña. Eso sí, planteando cuestiones profundas sobre el significado del arte.

(Nadie se interesó en la obra de Pollock hasta que se casó con la pintora Lee Krasner en 1945. Fue ella quien le proporcionó los contactos adecuados. Jackson vendía poco, pero la marchante y galerista Peggy Guggenheim le contrató con un sueldo básico de 150 dólares por mes y 60 por ciento del valor sobre las ventas. Dos años después, adoptó la peculiar técnica del dripping: en lugar de utilizar caballete y pinceles, colocaba en el suelo el lienzo y sobre él vertía o dejaba gotear la pintura. Gracias al apoyo de algunos críticos como Harold Rosenberg, "Lo que había que plasmar en el lienzo no era una imagen sino un suceso", y de las galerías de arte más prestigiosas del momento, lograron crear y exportar la primera vanguardia pictórica genuinamente americana: El expresionismo abstracto. Este otro documental intenta replantear la cotización de las obras de Pollock en la actualidad.)
martes, 4 de marzo de 2008
El beso de Judas

Oscar Wilde y su amante Lord Alfred Douglas llevan cinco semanas hospedados en una suite del hotel Cadogan. Wilde espera su arresto policial para hacer frente a acusación de sodomía con la que el padre de Bosie, su joven amante, ha encendido la mecha del escándalo.
Hubo un tiempo en que toda Inglaterra, muy especialmente el Londres más almidonado, se entretenía e ilustraba con la poesía y el teatro de Oscar Wilde y, en pago a su genialidad, la sociedad devolvía al escritor fama, reconocimiento... y muchas libras. Pero hoy, el marqués de Queensberry, dolido por los rumores sobre la relación entre su hijo Bosie y el dramaturgo irlandés, acusa a éste formalmente de “sondomita”. Wilde presenta una querella contra el Marqués acusándole de calumnia. El marqués toma represalias y consigue una lista de jóvenes londinenses, dispuestos a testificar en contra del escritor.


La obra original, The Judas Kiss, se estrenó en 1998 y con Liam Neeson como Oscar Wilde.