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jueves, 18 de diciembre de 2008

Doppelgänger en Cthulhu


Esta es una ilustración sobre algo parecido a un Doppelgänger femenino que ha servido como cubierta para el Cthulhu 3, un número especial sobre R.L. Stevenson y que cuenta con más de una docena de historietas, artículos y relatos de terror. Yo destacaría el relato ilustrado de Raule y Meritxell Ribas, Plumas azules, pero colaboraciones como las de Kosta, Manuel Mota, Pepe Avilés o Javier Santonja aseguran también la continuidad de la publicación.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El coleccionista de relojes extraordinarios

Se suele decir para presentar a Laura Gallego que es la escritora más relevante de literatura fantástica juvenil de España. Pero, a estas alturas, creo que se podría prescindir del adjetivo juvenil: su forma de escribir, dinámica y llena de referencias cinematográficas y guiños literarios, ha hecho que más de 100.000 lectores de todas las edades estén enganchados a sus libros. Uno de los más celebrados por los fans es El coleccionista de relojes extraordinarios. Y creo que sólo hace falta leer su argumento para saber porqué:

La historia comienza cuando Jonathan y su familia visitan un museo de relojes, propiedad de un misterioso y carismático Marqués. Cuando entran en lo que el Marqués llama la Sala de los Relojes Extraordinarios, a pesar de las advertencias, la madrastra de Jonathan toca uno de ellos y su alma queda atrapada en su interior. El Marqués le dice a Jonathan que sólo tiene doce horas antes de que el reloj devore el alma de su madrastra, y que sólo con el fabuloso reloj Deveraux logrará salvarla. El reloj Deveraux está en algún lugar de la Ciudad Antigua que se alza al otro lado del río, así que Jonathan emprende una búsqueda desesperada que lo llevará a la extraordinaria Ciudad Oculta, la otra cara de la Ciudad Antigua, donde conocerá a seres sorprendentes y deberá desvelar sus misterios y aprender sus normas si quiere salir con vida…

El Grupo SM lo publicó en el año 2004. Pero lo reeditó en tapa dura hace unos meses y tuve la suerte de que me encargaran la ilustración que estás viendo. Todo fueron facilidades para lograr una cubierta que anticipara al posible lector el contenido del libro y que gustara a Laura; lo digo por que cada vez es más raro encontrar una editorial que trabaje para y por sus lectores y autores de forma tan clara. Eso sí, fue una pena que al final no pudiéramos integrar el título y el nombre de la autora en la esfera del reloj como estaba previsto. Gajes del oficio...

domingo, 30 de marzo de 2008

Captain Ahab

“¡Venid y ved si podéis desviarme de mi propósito! El sendero que me conduce a mi propósito fijo tiene raíles de hierro, en donde mi alma está lista para correr. Sobre los inseguros desfiladeros, a través de los estriados corazones de las montañas, bajo cauces torrentosos, me precipito infaliblemente. ¡Nada es un obstáculo! ¡No hay sesgos para el camino de hierro!”.

martes, 25 de marzo de 2008

The Happy Prince

-¿Por qué no puedes ser como el Príncipe Feliz? -decía una madre razonable a su pequeño que lloraba por alcanzar la luna- "Al Príncipe Feliz nunca se le ocurre llorar por nada".

martes, 12 de febrero de 2008

Carteles



Creo que el objetivo principal de un cartel debe ser llamar la atención, a través de la seducción o el impacto, y comunicar bien lo más característico de aquello que se anuncia. Y eso intenté hacer en dos carteles que me encargaron para dos salones de cómic muy diferentes; el de Comic, manga y juegos de estrategia de Pizarra (Málaga), y el de Las jornadas de cómic de Alicante.

En el primer caso, busqué sintetizar de forma gráfica y en una sola imagen (algo parecido a una Lolita gótica con unas cartas en la mano) todo lo que ofrece el genial Salón de Pizarra. El cómic "está" en la propia estética del cartel. Creo que cumplió su función: explicar cómo, en un solo salón, pueden convivir en armonía cosas tan diferentes como el cómic y los juegos de estrategia. Gracias a Félix Ruiz, que me ayudó con la tipografía.

En el caso de las Jornadas de Alicante, quise hacer un anti-cartel; buscar una imagen impactante a través de una suma de "decisiones incorrectas" durante su realización (desde lo ambiguo del concepto, pasando por el irritante color de fondo y hasta la mezcla de tipografías). Me pareció una buena forma de llamar la atención sobre la fuerte personalidad de esas jornadas (si las conoces, sabes a lo que me refiero), pero no les pareció tan bien a los que las pagan, así que todo quedó en una simple propuesta. Eso sí, me divertí mucho haciéndolo. Por cierto, este año se anuncian ya con un estupendo cartel de David Lafuente.

jueves, 31 de enero de 2008

Hellraiser, sin acritud



Hellraiser, aunque cueste creerlo para los que vimos la peli original el día de su estreno, se ha convertido una franquicia de lo más saludable: ya cuenta con ocho películas, decenas de historietas y miles de muñequitos. La razón de su éxito es, quizá, que en el año 87, Hellraiser supuso un reencuentro con un cine de terror más o menos "serio" devastado entonces por la presencia de Jason, Freddy, Leatherface y demás simpáticos personajes. El escritor del cuento corto The Hellbound Heart, Clive Barker (que aún no había salido del armario, pero ya era famoso como novelista apadrinado por Stephen King) decidió debutar como director de cine adaptando su propia obra. Vistió a sus criaturas, los cenobitas, de inquisidores sadomasoquistas y, con un presupuesto ridículo, consiguió llegar al corazón y a las tripas de miles de seguidores.



Creo que fue poco después de que se lanzara directamente en vídeo Hellraiser VI: Hellseeker (2002), un editor y amigo me encargó cuatro ilustraciones para utilizarlas como portadas de una selección de historietas inspiradas en los personajes de la saga. Por aquel entonces, esos personajes ya me parecían piezas de museo de lo más risible. Y así los dibujé: como objetos museables. Pinhead se convirtió en una escultura de corte clásico y, además, decidió emular a Marilyn en una foto de su célebre calendario. Una cenobita forma parte de una colección de mariposas, y una niña que salía en alguna de las películas (no quiero recordar cuál) posa entre un muñeco de Shin Chan y un osito con publicidad en su camiseta.

Cosas que pasan.

martes, 29 de enero de 2008

Fantasmas

Esta es una ilustración que, en su momento, fue rechazada como cubierta. Pero cada vez que veo al tipo que la protagoniza con su jarra de cerveza entre las manos y soportando, con esa dignidad, la visita de los extraños seres que le rodean... me da la risa. Es mi héroe.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Les Chants de Maldoror



"Hay que dejarse crecer las uñas durante quince días. Entonces, qué grato resulta arrebatar brutalmente de su lecho a un niño que aún no tiene vello sobre el labio superior y, con los ojos muy abiertos, hacer como si se le pasara suavemente la mano por la frente, llevando hacia atrás sus hermosos cabellos. Inmediatamente después, en el momento en que menos lo espera, hundir las largas uñas en su tierno pecho, pero evitando que muera, pues si muriera, no contaríamos más adelante con el aspecto de sus miserias. Luego se le sorbe la sangre lamiendo sus heridas, y durante ese tiempo, que debería tener la duración de la eternidad, el niño llora. No hay nada tan agradable como su sangre, obtenida del modo que acabo de referir, y bien caliente todavía, a no ser por sus lágrimas, amargas como la sal..."


Ese era un fragmento de la estrofa VI del primer Canto de Los Cantos de Maldoror, uno de los libros más extraños y perturbadores que he leido nunca. Es algo parecido a una oda al mal, y no tiene un hilo argumental claro. Se compone de una serie de descripciones, casi épicas, de imágenes violentas, blasfemas y obscenas. La putrefacción, el satanismo y la deshumanización también están presentes. Pero lo más sorprendente es el efecto que causa en el lector tal acumulación de actos atroces puestos al servicio de la"prosa poética" de su autor.

Isidore Lucien Ducasse, un poeta franco uruguayo, lo escribió en 1868 bajo el pseudónimo de Conde de Lautréamont. Tenía 23 años (y sólo le quedaba uno de vida) cuando decidió advertirnos desde su primer Canto:

“Quiera el cielo que el lector, animoso y momentáneamente tan feroz como lo que lee, encuentre sin desorientarse su camino abrupto y salvaje a través de las ciénagas desoladas de estas páginas sombrías y rebosantes de veneno; pues, a no ser que aplique a su lectura una lógica rigurosa y una tensión espiritual equivalente por lo menos a su desconfianza, las emanaciones mortíferas de este libro impregnarán su alma, igual que el agua impregna el azúcar. No es aconsejable para todos leer las páginas que seguirán…”

Y así sigue, en el mismo tono destructivo y mortal. Los cantos de Maldoror fueron también un reflejo moral de una sociedad de la cual los dandies fueron sus hastiados espectadores, reivindicados mucho después por los surrealistas y los críticos literarios como uno de los libros clave del S XIX.
Este es el resto de las cuatro fantásticas imágenes que me dio por ilustrar, "libre y feroz" tras su lectura:


(Estas ilustraciones serán publicadas próximamente en la revista CTHULHU, Cómics y relatos de ficción oscura que coordina, con todo el mimo posible, Manolo Mota.)
Actualización ( 15-09-08) : Aquí están los originales.